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Existen personas que se aferran a sus pasiones hasta convertirlas en un experiencia insoportable para aquellos que los rodean. A estos extraños personajes se los suele llamar, "tipos con vocación", o "tipos felices con lo que eligieron", o también "qué suerte que trabajes de lo que te gusta". Las desiciones en la vida tienen vuelta atrás, al contrario de lo que la gente suele pensar, siempre se puede, más que volver atrás, volver a empezar. Y a riesgo de parecerme a Charles Ingalls, creo que en cada nuevo comienzo hay un gusto que se torna adictivo. Así que la recomendación desde Zizmod es, muchachos, larguen todo al corno y dedíquense a hacer algo completamente nuevo. En fin, me ataco el virus pastoral y bucólico y me dio un no se que de consejero atontado. La idea del primer párrafo era demostrar hasta donde puede llegar el fanatismo de alguien por su profesión o por sus pasiones. Al muñeco de acá abajo le pasa algo así y si a vos también te pasa, fijate que acá podés saciar tu ambición.





Vía: Isopixel